martes, 14 de junio de 2011

Tout va très bien




Por lo demás, hay que ser imbécil, hay que ser poeta, hay que estar en la luna de Valencia para perder más de cinco minutos con esas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo. Cada reunión de gerentes internacionales, de hombres-de-ciencia, cada nuevo satélite artificial, hormona o reactor atómico aplastan un poco más esas falaces esperanzas. El reino será de material plástico, es un hecho. Y no que el mundo haya de cnvertirse en una pesadilla orwelliana o huxleyana, será mucho peor, será un mundo delicioso, a la medida de sus habitantes, sin ningún mosquito, sin ningún analfabeto, con gallinas de enorme tamaño y probablemente dieciocho patas, exquisitas todas ellas, con cuartos de baño telecomandados, agua de distintos colores según el día de la semana, con televisión en cada cuarto, por ejemplo grandes paisajes tropicales para los habitantes de Reijavik, vistas de igloos para los de La Habana, compensaciones sutiles que conformarán todas las rebeldías, etcétera.
Es decir, un mundo satisfactorio para gentes razonables.


...mar de lenguas lamiendo el culo del mundo.

miércoles, 1 de junio de 2011

LAS VOCES DEL DESIERTO

En lugar de usar una sola palabra para nombrar la arena, tienen más de veiente términos diferentes que describen las texturas, tipos y características del suelo en el Outback. Pero también hay unas cuantas palabras sencillas, como kupi, que significa agua.
(Pág 103)



Cuando les hablé de las fiestas de cumpleaños, me escucharon atentamente. Hablé del pastel, de las canciones, de los regalos, y de la nueva vela que se incorpora cada año.

-¿Para qué lo hacéis?-me preguntaron-.Para nosotros una celebración significa algo especial. Pero no hay nada especial en hacerse viejo. No exige ningún esfuerzo. Ocurre, simplemente.

-Si no celebráis que os hacéis mayores-dije yo.¿qué celebráis?

-Que nos volvemos mejores-fue la respuesta-.Lo celebramos si este año somos personas mejores y más sabias que el año pasado. Sólo uno mismo puede saberlo, así que eres tú quien debe decirle a los demás cuándo ha llegado el momento de celebrar la fiesta.

-Vaya-pensé-,eso es algo que debo recordar.
(Pág.97)



LAS VOCES DEL DESIERTO
MARLO MORGAN